''Salud mental y bienestar, una prioridad global'', este es el lema elegido para conmemorar el día Mundial de la Salud Mental de este 2020. En el mundo cerca de 1.000 millones de personas conviven con un trastorno mental. Pequeñas cosas que guardamos dentro terminan convirtiéndose en algo más graves que hace que actualmente se produzca un suicidio cada 40 segundos en el mundo. Cuidemos nuestra salud mental.
La Psicología siempre se ha tratado como un tema tabú, siempre ha sido una ciencia muy estigmatizada y de la que existe una gran desinformación. Esto se ve reflejado en comentarios como “yo no voy a ir al psicólogo, no estoy loco” “para contar mis problemas ya tengo a mis amigos”, por ejemplo. Realmente la sociedad no conoce la verdadera labor de un psicólogo, teniendo aún en mente la imagen de Freud psicoanalizando a sus pacientes en un diván. La Psicología es mucho más que esa imagen común del psicoanálisis, es una ciencia muy amplia, porque sí, aunque haya personas que sigan negándolo, la Psicología es una ciencia de la salud.
Esta desinformación hace que la gente no quiera admitir públicamente que va al psicólogo por miedo a que les tachen de “locos” o que los miren como “bichos raros”. ¿Por qué permitimos que esto siga siendo así? ¿Verdad que cuando alguien dice que viene del médico por una u otra enfermedad no les juzgamos ni les tachamos de enfermos? ¿Por qué seguir haciéndolo con aquellos que recurren a un profesional para mejorar su salud mental?
Acudir a la ayuda de un profesional de la Psicología no implica tener un trastorno mental, hay muchísimas otras causas por las que se puede ir a terapia. Todos hemos pasado, estamos pasando o pasaremos por alguna situación adversa en nuestras vidas a la que no sabremos hacer frente. Sin ir más lejos, actualmente estamos ante una pandemia a nivel mundial que ha interferido y descolocado la vida de todos en uno u otro ámbito. Esta situación a la que estamos haciendo frente supone una gran incertidumbre para muchas personas, frustración ante despidos y problemas económicos, dolor ante la muerte de personas allegadas, ansiedad frente al confinamiento que hemos vivido durante meses, por no hablar de la cantidad de escenas traumáticas que han presenciado aquellos profesionales de todas las áreas que han actuado en primera línea en esta pandemia.
¿Alguien nos ha enseñado a hacer frente a alguna de estas circunstancias? Creo que no, o al menos, a la mayoría (dentro de la que me incluyo), no. Nadie nos enseña a reconocer y regular o gestionar nuestras emociones, ni a tolerar la frustración, ni a solucionar los problemas de forma eficiente, por ejemplo. Partiendo de esa base, si nadie nos ha dado ningún tipo de información sobre cómo hacerlo solos, ¿por qué no buscamos ayuda a profesionales que nos la van a proporcionar? ¿De qué tiene miedo la sociedad? ¿De ser tachados de débiles, de vulnerables, de locos?
Ir al psicólogo implica preocuparte por tu salud mental, por tu bienestar emocional y social, no es necesario tener una enfermedad mental, pero, aunque así lo sea, ¿cuál es el problema? Es el momento de dar la importancia que se debe a la salud mental, de abandonar el estigma que existe sobre las enfermedades o trastornos mentales y de empezar a valorar la gran labor del psicólogo en la sociedad. Y aunque poco a poco se está consiguiendo, aún queda mucho camino por recorrer y este cambio está únicamente en nuestras manos.
#DíaMundialdelaSaludMental
Estela Navas.
Graduada en Psicología.
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