Seguramente que alguna vez habrás oído que lo prohibido nos atrae más o es más tentador. Reaccionar de forma totalmente contraria cuando se nos prohíbe algo, aumentando notablemente nuestras ganas de hacerlo, es muy frecuente entre los seres humanos. Esto en Psicología tiene un nombre y se denomina reactancia psicológica.
La reactancia es la reacción que se genera cuando vemos amenazada o limitada alguna de nuestras libertades. Puede ocurrir ante una discusión cuando nos están presionando para que tomemos un punto de vista contrario al nuestro, cuando nos obligan a hacer algo que no queremos, cuando nos restringen nuestra libertad de elección, etc. Es una reacción fundamentada más en el componente emocional que en el racional y es un intento de reafirmar nuestra autonomía y nuestra libertad, aunque no tiene por qué estar expresando desacuerdo frente a lo que nos imponen.
Actualmente es muy fácil encontrar un ejemplo de reactancia, únicamente observando las reacciones que está teniendo la gente frente al toque de queda impuesto en nuestro país debido a la pandemia que estamos viviendo. El hecho de que nos obliguen a estar en casa a las 22:00 horas, por ejemplo, hace que, aunque en tu día a día estés en tu casa antes de esa hora, tengas ganas de darte un paseo a las 23:00 horas. Otro ejemplo también aplicado a la actualidad podría ser el hecho de que nos obliguen a llevar mascarillas. Esto hace que muchas personas sientan rechazo a ponérselas o directamente no se las pongan. Estas personas, posiblemente, si no existiese dicha imposición sí se las pondrían, pero al ser obligados, no lo hacen por el hecho de que sienten limitada su libertad para elegir.
La reactancia puede expresarse de múltiples formas, pero las más comunes son tres. La primera sería de forma directa, es decir, la persona hace exactamente lo contrario a lo que le decimos, por ejemplo, que un adolescente se vaya de fiesta cuando sus padres se lo han prohibido.
También puede manifestarse de forma indirecta, es decir, realizando una conducta similar a la que se ha prohibido. Por ejemplo, reñir a alguien porque ha llegado tarde a trabajar y obligarle a que llegue muy temprano, y que este llegue más pronto pero no realice bien su trabajo.
Y, por último, puede darse una reacción subjetiva. En esta se cumple la imposición, se realiza lo que se está pidiendo, pero se genera un fuerte rechazo ante la persona o institución que impuso la norma. Por ejemplo, ponerse la mascarilla, pero sintiendo rechazo hacia el gobierno.
En este fenómeno de reactancia se basa la Psicología inversa, es decir, para que una persona haga algo, se le pide justo lo contrario, una forma muy sencilla de persuadir y manipular, sobre todo a personas orgullosas e inflexibles. Por ello, os invito a que reflexionéis sobre como reaccionáis frente a ciertas imposiciones, ya que muchas veces aprovechando la irracionalidad con la que actuamos al ver amenazadas nuestras libertades, nos pueden estar manipulando.
Estela Navas Candeleda
Graduada en Psicología
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