Las historias han servido como medio de transmisión de información para muchas civilizaciones anteriores a la nuestra. El primer indicio de historias son las pinturas rupestres, cuyo fin era la representación de funciones como la caza u otros rituales, para que generaciones venideras supieran como realizar dichas tareas. Hoy en día, tenemos muchas formas de contar historias, que distan desde escribir un tweet en 280 caracteres a crear una película de varias horas.
¿Pero, qué tienen en común las historias que contamos?
Todas las historias tienen una estructura, y la más común es la de Syd Field. Este guionista americano estableció un modelo compuesto de tres actos en los que la transición entre ellos se produce tras los nudos de la trama. Estos se encuentran al final del primer y segundo acto y son situaciones que cambian el rumbo de la historia. Field también estableció un midpoint en el segundo acto, cuya función es hacer creer que la situación en la trama es tan complicada que será imposible salir de ahí.
Los escritores y guionistas tienen el poder de jugar con el receptor. Construyendo schemata inducen una idea en la cabeza del espectador que luego pueden romper para sorprenderles. Podemos ver cómo en Star Wars: La Amenaza Fantasma, Han Solo aterriza en un planeta dónde nadie les recibe. Todos están tensos y nerviosos por lo que podría pasar, y es entonces cuando un viejo conocido de Han aparece en escena. Ambos se dirigen al otro de forma seria y fría, pero de un momento a otro sonríen y se abrazan. El guionista aquí ha construido un ambiente tenso para transmitir al espectador miedo y acto seguido lo ha roto para sorprender.
La mayoría de los héroes que vemos en las películas siguen un modelo circular común: El viaje del héroe. En este modelo, el profesor de literatura Joseph Campbell describe el proceso que sigue el héroe de una historia desde que se embarca en una aventura hasta que regresa de ella. Este modelo esta dividido en dos mitades, el mundo ordinario del que departe el héroe y el mundo extraordinario qué persigue. El héroe que parte tras la llamada de aventura, y tras enfrentarse a diferentes obstáculos en el camino, regresa a casa cambiado por lo vivido. Podemos ver este modelo en historias cómo La Ilíada o Harry Potter.
Todos contamos historias a diario, ya sea lo que nos ha pasado hoy en el trabajo o algo más elaborado. Todas estás características y muchas más están presentes en libros, películas, series y todo tipo de formato que consumimos frecuentemente. Muchas veces no somos conscientes de que los usamos o cómo identificarlas, pero están ahí. Incluso este articulo, el cual está compuesto de tres actos que me han ayudado a la hora de redactarlo.
Álvaro De la Torre Lázaro
Estudiante de Marketing y Comunicación Audiovisual
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