El pacto ilícito entre influencers, tipsters y casas de apuestas: ¿Qué se esconde detrás de todo esto?

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En las últimas horas ha sido noticia el gran número de figuras públicas que han promocionado en su Instagram canales de telegram de tipsters deportivos. Pero ¿qué se esconde detrás de todo eso?










Son muchas las influencers que en los últimos días han publicitado a través de su cuenta de Instagram canales de apuestas deportivas. El procedimiento siempre es el mismo: inician una ronda de preguntas y respuestas con sus seguidores, contestan a dos o tres cuestiones y finalmente alguien les pregunta por los ingresos que perciben, a lo que ellas responden con el mismo discurso e incluso la misma captura de pantalla.





















Bien es cierto que las casas de apuestas no tienen una relación directa con la figura pública. En estos casos las influencers ponen en sus historias un enlace al canal de telegram de un tipster (un pronosticador deportivo) que está afiliado con una casa de apuestas, de tal manera que gana dinero por cada persona que se registra. Además, si se falla una apuesta que él ha difundido por el grupo, este se lleva un porcentaje de lo que los apostadores pierden.




Según los artículos 5 y 7 de la Ley de Competencia Desleal, la publicidad encubierta está catalogada como publicidad engañosa. En estos casos el elemento engañoso no se encuentra en el mensaje - que nadie niega que sea veraz - sino en la manera en la que se comunica al destinatario, ya que no se percibe el carácter publicitario. El público no lo reconoce como publicidad, piensa que es la opinión de alguien imparcial ajeno al anunciante, lo que otorga un mayor grado de credibilidad. Asimismo, en noviembre de 2020, con la intención de regular las apuestas deportivas, el Ministerio de Consumo prohibió el uso de la imagen de personajes o personas, reales o ficticios, de relevancia o notoriedad pública en la publicidad del juego. Por estos motivos, las acciones de dichas influencers no serían lícitas desde el punto de vista legislativo. Ahora bien, ¿lo son desde el punto de vista moral?




Actualmente España es el país de Europa con la tasa más alta de ludópatas que no superan los 20 años. Solo en 2019 el negocio del juego online tuvo en nuestro país un margen neto de 750 Millones de euros, y las nuevas tecnologías han facilitado el acceso a este tipo de prácticas, por lo que ahora resulta más sencillo poder acceder a ello, y cada vez es posible hacerlo desde una edad más temprana.




Respecto a las ya mencionadas influencers, una de las que ha dado más de que hablar ha sido Marina Yers, quien suma 1,6 Millones de seguidores en Instagram y 3.8 Millones en Tik Tok. Ella, como la gran parte de figuras públicas que han realizado esta publicidad, tiene entre su público un gran número de personas que no superan la mayoría de edad, por lo que estos actos promueven las apuestas ya no solo entre un extraordinario número de personas, sino también entre una considerable cantidad de menores.




En su contra también han surgido un gran número de reacciones negativas en redes sociales como instagram, como @bellezafalsa o @mundoinflus, quienes han denunciado este tipo de prácticas. También han querido dar su opinión al respecto algunos profesionales del mundo de las apuestas, como @christian2dos, quien subió unas publicaciones afirmando que "Hay gente que no está mentalmente preparada para aguantar la presión que supone apostar, por eso siempre que se promocione hay que llevar cuidado con el mensaje que transmites en esa publicidad".




Las apuestas, aunque pueden resultar un negocio lucrativo, poseen detrás un trasfondo muy oscuro, ya que pueden derivar en problemas ya no solo económicos, puesto que muchas personas pierden cuantiosas cantidades de dinero por culpa del juego, sino que también pueden causar trastornos psicológicos como la ludopatía, algo que padece un 2,5% de la población española y que sufren, a día de hoy, miles de familias.




Malena Sánchez



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