Una Semana Santa diferente, que no impide ver las terrazas de los bares y restaurantes al completo en la ciudad. El turismo regional, así como los propios salmantinos, están dando un respiro al sector hostelero durante estás fechas.
La Semana Santa es, sin duda, una de las fechas más especiales del año y esperada por muchos en el calendario. Debido a la situación actual provocada por la COVID-19, esta celebración ha llegado cargada de restricciones y normas con el único fin de evitar una subida de la curva. Todo esto hace que España viva está semana de una forma completamente diferente.
Aún así y, acompañado del buen tiempo, ayer Jueves Santo fue el mejor ejemplo del disfrute de los salmantinos aprovechando al máximo del calor en las terrazas de nuestra ciudad. Lamentablemente, los chubascos intermitentes han sido protagonistas durante este Viernes Santo además de una bajada notable de las temperaturas, muy distinto del día de ayer. Estas lluvias, se mantendrán hasta el domingo acompañadas del declive en el termómetro según informa la Aemet.
Por el momento, esto no está suponiendo un impedimento para que familias, grupos de amigos, parejas... se reunían al aire libre durante esta semana. Asimismo, este turismo regional da un pequeño respiro al sector turístico y hostelero, sector fuertemente dañado por la pandemia.
Por otro lado, y a pesar de todo, la Semana Santa mantiene su devoción intacta así como la adaptación a las circunstancias. Son muchos los que han hecho cola en los templos salmantinos para ver los tradicionales pasos que este año no pueden salir a las calles. Por otro lado, 18 cofradías, hermandades y congregaciones, retransmiten, a través de sus redes sociales, un recorrido interactivo virtual como sustituto a la habitual procesión.
Sin duda un Semana Santa diferente que, de nuevo, queda marcada por la pandemia de la COVID-19 y que obliga a desconfigurar el estilo de vida de cada uno de nosotros.
Sonia Sánchez
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