La variante B.1.617, conocida como “variante india”, es objeto de preocupación en estos últimos días debido a su relación con el estallido de la segunda ola de pandemia del país, , que bate récords de contagios y ha dejado a India en una situación muy crítica.
El conocimiento que se tiene de esta nueva mutación de la Covid-19 aún no es completo y no se puede relacionar con el aumento de la incidencia en India. Así se ha reflejado en el último informe de vigilancia de variantes del Ministerio de Sanidad y lo corrobora el portavoz de la Sociedad Española de Inmunología, Jorge Carrillo: «Sabemos aún muy poco de la relación de esta variante con las vacunas o sobre cómo afecta a la respuesta inmunitaria». A pesar de ello, la Organización Mundial de la Salud modificó este lunes su clasificación, previamente considerada “de interés”, pasando a catalogarla como “de preocupación”. Esta última ya se suma a las otras tres variantes de preocupación descubiertas anteriormente: Reino Unido, Brasil, Sudáfrica e India.
Esta variante (B.1.617) se ha denominado «doble mutante» porque coinciden en ella dos mutaciones – E484Q y L452R – las cuales ya se habían identificado en las cepas sudafricana y brasileña. Según explica el genetista Salvador Macip, además de una posible mayor transmisibilidad: «La variante tiene estas mutaciones pero no únicamente, son más de una decena y aún no se conocen sus características reales».
Por otro lado, Fernando González Candelas, el catedrático de Genética en la Universidad de Valencia ha explicado que, «ya se han identificado hasta tres subvariantes distintas de esta B.1.617 y en el caso de la 2 parece que se pierde la mutación asociada a la menor eficacia de las vacunas», por ello ha sostenido que “Europa debe seguir vigilando esta variante igual que se hace con otras decenas de ellas. En un estado de alerta pero no de alarma, como están haciendo ya otros países como Reino Unido, donde la han detectado”
“Es importante mandar un mensaje de tranquilidad ya que hasta el momento de las variantes identificadas se ha detectado que empeoran un poco los títulos de anticuerpos neutralizantes, pero no que las vacunas pierdan su eficacia”, concluyó.
Manuel Diego Berrocal
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