Nuestro día a día como una "Sociedad Liquida"

 ¿Qué es una sociedad líquida? Zygmunt Bauman fue galardonado con el premio Príncipe de Asturias en 2010. Nació en 1925 y murió a los 91 años en 2017. Desde sus inicios como sociólogo y filosofo tomó un papel reflexivo. Sus reflexiones sobre lo que él llamaba “modernidad líquida” le llevaron a un reconocimiento internacional. 

En su libro “modernidad líquida” no solo explica este concepto, sino que cavila sobre el cambio radical de la sociedad actual. Fue en el año 2000 cuando publicó este libro, y 20 años después, probablemente más que nunca estemos viviendo en la “modernidad líquida” de la que nos hablaba este pensador. La realidad líquida de Bauman consiste en el desprendimiento de las personas de las estructuras y el tejido social. La sociedad se basa en el individualismo y, por tanto, dejamos de pertenecer a este tejido social, el cual se vuelve líquido debido a la falta de unión. 

La contraposición a este concepto son las sociedades sólidas, aquellas en las que sus miembros se apoyan y se ayudan, en definitiva, forman vínculos que permiten formar una comunidad compacta. Una sociedad de este tipo se construye desde el respeto, la tolerancia y el pensar en el otro. 

Para que nuestra sociedad actual no se disgregue, para construir una sociedad sólida, debemos pensar en los sanitarios, en nuestros mayores, en aquellos que han fallecido solos y con miedo, en los que han perdido a su ser querido… La pandemia no ha terminado. Hemos normalizado la cantidad de muertes diarias, el número de contagios y las Ucis desbordadas. 

Dejemos de ser individualistas, pensemos en ellos y en acabar con este virus que tanto está durando, y tantas vidas se está llevando. Todos tenemos la misma necesidad de salir, de sociabilizar y volver a la normalidad que tanto añoramos. Pero no debemos olvidar que formamos parte de una comunidad con muchos convivientes que necesitan nuestra responsabilidad. La sociedad de hoy, es la que es, gracias a nuestros padres y abuelos. Lo que era una sociedad sólida, nosotros los jóvenes, la hemos tornado líquida. 

Un artículo de Noelia Barrera Crespo

Graduada en Trabajo Social