El gremio de ganaderos continúa las protestas debido a la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez de proteger al lobo en todo el territorio nacional
En los últimos días se han producido tractoradas convocadas por diversas asociaciones agrarias españolas para exigir la retirada inmediata de la orden de protección del lobo, ya que afirman que la sobrepoblación de este animal, del que existen más ejemplares en Zamora que en toda Francia, está perjudicando a los ganaderos, quienes advirtieron que acabar con la actividad ganadera generaría más despoblación. Además, tendría un nefasto impacto sobre el medio ambiente, ya que habría más maleza en las tierras y se producirán más incendios. Por ese motivo el presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, expresó su “rechazo rotundo” a la inclusión del lobo en el listado de especies protegidas, y advirtió que esta especie “no está en peligro de extinción, algo que si sucede con los ganaderos"
Asimismo, el conflicto se intensifió debido a que los ganaderos no entienden que la decisión sobre el lobo en Castilla y León y la cornisa cantábrica se tome con votos de autonomías como Canarias o la Ciudad Autónoma de Melilla, ya que la resolución no repercute en nada a dichas comunidades. Los líderes de opas cargaron férreamente contra la propuesta, ya pone en peligro la ganadería extensiva en Castilla y León, de la cual viven 35.000 familias.
Además concretó que, si en 1992 había 400 lobos censados en la Comunidad, en 2020 se contabilizan más de 2.000, y que si en 2015 se registraron 1.500 ataques, el año pasado ascendieron a 2.600, con la muerte de más de 4.000 especies del sector ganadero.
Los ganaderos afirman que no tienen ningún problema con la especie, sino con la propuesta gubernamental. Ya son diez las autonomías afectadas que piden que se retire la propuesta y afirman que están abierto al diálog. “Hablemos de un plan de gestón y control del lobo; porque el lobo tiene espacio pero no donde está el sector ganadero, porque hace daño”, han declarado
Los ganados sufren de media siete ataques diarios, y en términos económicos, eso supone unas pérdidas de más de cinco millones de euros anuales a los ganaderos, a los que el seguro solo compensa el 20 por ciento. Asimismo es relevante el hecho de que hoy en día muchos no tienen seguro debido a las subidas desmesuradas de las primas.
"No queremos indemnización sino que no haya ataques, con controles cinegéticos; nos jugamos muchísimo, porque 35.000 familia viven de la ganadería extensiva. Esta barbaridad hay que echarla para atrás y alcanzar un consenso para gestionar el lobo y minimizar los ataques con controles”, han afirmado.
Malena Sánchez
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