La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Salamanca, Mª Victoria Bermejo, ha participado esta mañana en la presentación de una nueva exposición en el centro de arte contemporáneo, DA2, una muestra de la artista Lorena Amorós que se suma a la oferta cultural de la ciudad.
“Una muestra muy original que lleva por título Síntoma de lo vivo y que se podrá visitar hasta el 19 de septiembre en las salas 6 y 7 del DA2 y que espero que guste mucho a salmantinos y visitantes” ha dicho la concejala.
La muestra ha sido comisariada por Johanna Caplliure y en ella la artista trata de responder a preguntas como: ¿Cómo narrar historias compartidas en temporalidades distintas? ¿Qué secretos puede revelarnos el cuerpo exánime de un animal? ¿Es posible combatir nuestros miedos insistiendo en las emociones que nos inquietan? ¿Cuánto hay de verdad en lo que sólo se muestra en apariencia?
Tal como explica Lorena Amorós “el proyecto Síntoma de lo vivo se centra en estas preguntas, y continúa con una línea de investigación que llevo desarrollando durante los últimos años en torno a la autobiografía y la ficción. En todas las obras se identifican e intercambian mis anécdotas biográficas y de figuras históricas como, en este caso, Martha Maxwell (1831-1881), la primera taxidermista en crear dioramas donde podía verse a los animales naturalizados integrados en su hábitat”.
Desde los episodios notablemente excéntricos de la vida de Maxwell, las piezas que forman parte de la exposición reflexionan sobre la falsa naturaleza que implica la práctica de la taxidermia, donde se crean escenas dinámicas a partir de cuerpos inertes. En la mayoría de los casos, esta iconografía ambigua, entre lo animado y lo inanimado, insiste en un mensaje moralizante de lo efímero de los placeres y de los sentidos, que en Síntoma de lo vivo la artista pretende desarmar. “Desde este punto de vista, por una parte, mi intención, es proponer un imaginario donde la simbología referida al animal nos interrogue sobre su verdadera naturaleza, sobre el dilema de las apariencias y, al mismo tiempo, mostrar el cruce de narraciones biográficas a través del relato común que comparto con Martha Maxwell” ha dicho Lorena Amorós.
La exposición se compone de 31 dibujos de grafito sobre papel, numerosos dibujos murales de grandes dimensiones en carboncillo y spray que se extienden por la sala 7 y diversas instalaciones de carácter inmersivo donde se emplea la luz, el vídeo u objetos inesperados como parte de una escenografía donde las vidas de Maxwell y Amorós se cruzan para hablarnos de un relato común.
Fotografía: Ana Bariego
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