La exorbitante migración a Ceuta no es casualidad, sino chantaje

Más de 8000 personas han cruzado la fontera de Ceuta en menos de 24 horas, pero estos acontecimientos no son fruto de una crisis migratoria, sino una elaborada táctica militar del gobierno Marroquí

Este conflicto comienza con el ingreso en un hospital logroñés de Gragim Gali, líder del Frente Polisario y presidente de la República Árabe Saharaui Democrática, quien entró en urgencias debido a un caso grave de COVID-19. Cuando Marruecos - enemigo del Frente Polisario debido a su lucha por el control del Sáhara Occidental - se enteró de este acontecimiento, comenzó a presionar y a amenazar a España, e incluso la embajadora de Marruecos en España ha afirmado públicamente que "los actos de España tienen consecuencias y deberían asumirlas"

En la madrugada del lunes y como consecuencia de la hospitalización de dicho político, Mohammed VI, rey de Marruecos, dio la orden a sus agentes de fronteras que no actuaran en la franja limítrofe de Ceuta. Por ello miles de personas cruzaron la frontera usando diferentes métodos y sin hallar ninguna resistencia por parte de las autoridades marroquís. Hombres, mujeres y niños han llegado a territorio español de forma desmesurada, lo que ha provocado que los habitantes de Ceuta demanden al gobierno Español una solución inmediata al problema. Esa era justo la intención de Marruecos, quien ha usado la desesperación de los civiles para presionar y chantajear a España.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha presidido esta misma tarde una reunión para intentar paliar el problema, y ha afirmado que se ha acordado el aumento inmediato de los efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional en la zona fronteriza, donde se desplegarán 50 efectivos del instituto armado, decenas de militares del ejército de tierra y se ha alertado ya a otros 150 agentes de la unidad de intervención policial (UIP), quienes están alerta por si fuese necesario su traslado a Ceuta. Además se ha puesto en marcha un sistema de "devolución" con el objetivo de solventar el conflicto lo más rápido posible. Asimismo, se ha aprobado una ayuda de 30 millones de euros a Marruecos para contribuir a frenar la migración irregular. La declaración oficial de Marlaska ha sido que esta ayuda forma parte de la política de cooperación y colaboración que nuestro país tienen con los países de origen y tránsito de inmigración irregular. La realidad es simple y llanamente que España ha cedido al chantaje.

Pero, ¿A qué se debe este conflicto entre Marruecos y el Sáhara?

Todo comenzó en 1975, cuando empezó la época de la descolonización. Hasta ese momento el Sáhara Occidental era la provincia nº53 de España, pero los saharauis al ver que otros territorios se independizaban, comenzó a reclamar también el control sobre su territorio. Esto no le interesaba a nuestro país, ya que ese mismo año se habían descubierto yacimientos de fosfato y de petroleo, por lo que para contentar a los saharauis pero seguir pudiendo explotar sus tierras, decidió firmar lo que se conoce como "los acuerdos tripartitos de Madrid", donde se estipuló que España se comprometía a marcharse y darle el territorio a Marruecos y Mauritania.

Después de esto la situación se convirtió en un infierno para los saharuis, quienes tuvieron que abandonar sus casas y huir al desierto. Una vez allí, Argelia les cedió territorios para que pudieran asentar campamentos de refugiados. Teoricamente todo debía haberse solucionado en unos meses, pero ya han pasado 46 años y Marruecos sigue violando impunemente los Derechos Humanos en el territorio saharaui.

La guerra contra Marruecos duró 16 años, y la situación se volvió tan insostenible que las Naciones Unidas decidieron intervenir. Propusieron un alto al fuego para poder realizar la ejecución de un referéndum donde el pueblo del Sáhara Occidental decidiera si quería pertener a Marruecos o articularse como un Estado independiente. Marruecos aceptó, y los los saharauis, representados por el Frente Polisario, también. Se dio un plazo de 9 meses para la celebración de ese referéndum. Ese plazo se cumplió hace 30 años y ese referéndum nunca ha tenido lugar debido a que Marruecos ha ido bloqueando el proceso.

Desde entonces el reino alauí ha seguido explotando el territorio y los saharauis han seguido sufriendo las consecuencias de la ocupacion marroquí. Quienes pudieron huir están en un desierto viviendo de la ayuda humanitaria y rodeados de un muro con 9 millones de minas antipersonas que cierra la parte del Sáhara Occidental que ocupa Marruecos. Quienes se quedaron, están siendo maltratados, encarcelados, torturados e incluso asesinados.

La pregunta es ¿Por qué España no hace nada para ayudar al Sáhara y, además, cede a sus chantajes?

Intereses, todo son intereses. Marruecos tiene el apoyo de EE.UU desde que Donald Trump reconoció oficialmente la soberanía de Marruecos sobre el Sáhara Occidental, algo que fue reforzado cuando el gobierno de Biden afirmó públicamente que apoyaba a Marruecos en su lucha por el Sáhara y que mantendría sus acuerdos comerciales con el país. Además posee el apoyo de Francia y las tiranías del Golfo. Asimismo es relevante el beneficio que decenas de empresas españolas obtienen con la ocupación del Sáhara. Mercadona con la pesca, Masaveu con la arena, Repsol con la exportación de hidrocarburos y Urovesa con la venta de armamento militar para reprender a los saharauis son algunas de las empresas que se están lucrando del sufrimiento de un pueblo que lleva tres generaciones en lucha sin que nadie se digne a ayudarles a reclamar su libertad.

Imagen de portada: elconfidencial.com

Malena Sánchez

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