La posible creación de un macro puerto en la región pone en riesgo al tercer santuario de ballenas más importante del mundo.
La construcción del puerto de Fonsalía está planificada desde 1998. La finalidad de la estructura naviera es descongestionar el puerto Los Cristianos y mejorar la conectividad de la isla. Sin embargo, los ecologistas señalan que el proyecto fue planteado antes de que el sector fuera clasificado como Zona Especial de Conservación. Biólogos y especialistas señalan que el impacto sobre la vida marina del lugar podría ser muy grave.
La isla de Tenerife es mundialmente conocida por su amplia biodiversas. El ecosistema alberga una de las pocas poblaciones de calderones tropicales del mundo, una amplia diversidad de cetáceos y es el hogar de algunas especies en peligro de extinción. En este sentido, la Revista National Geographic señala que en el hábitat submarina del lugar se han registrado al menos 74 especies marinas protegidas. Por estos motivo en 2011 la localidad fue catalogada a nivel europeo como Zona Especial de Conservación.
El espacio se convertiría así en el primer santuario de ballenas dentro de Europa y el tercero más importante a nivel mundial solo por detrás de Bluff, en Sudáfrica y Harvey Bay, en Australia. Una categoría que ha alentado mucho el turismo dentro de la región. La zona protegida es una franja marina que se extiende por 22 kilómetros. Comprende desde el extremo más occidental de la Tenerife hasta territorios en la isla vecina de la Gomera. Sin embargo, el área protegida no incluye un pequeño espacio marino entre los pueblos de Alcalá y Playa San Juan. Es allí donde las autoridades plantean construir el muelle. Así se evitarían problemas internacionales.
Técnicamente el puerto de Fonsalía no estaría dentro de la zona de conservación especial. Sin embargo, asociaciones dedicas a la protección del medioambiente señala que las embarcaciones si tendrán que pasar por el área protegida. Mientras que, la cercanía del puerto afectaría a las especies marinas de la zona. En este sentido, la contaminación acústica, química y los residuos de los barcos podría llevar a los cetáceos a la necesidad de emigrar. España perdería así su santuario natural. Al igual que a los miles turistas que se desplazan a las Canarias solo para disfrutar de la biodiversidad marina.
En este sentido, asociaciones de ecologistas señalan que lo que puede perder el país es mucho más que lo que puede ganar. No obstante, el ejecutivo de la región no opina lo mismo. Portavoces del gobierno autonómico señalan que la estructura es muy necesario para la isla. Esto debido a que ayudaría a descongestionar el puerto de Los Cristianos. Al igual que permitiría conectar al sur de Tenerife con las islas vecinas: la Gomera, el Hierro y la Palma. Las autoridades de la isla aseguran estar solo a la espera del permiso por parte de la Dirección General de Costas y Mar para iniciar la construcción. Sin embargo, el gobierno central todavía no se ha manifestado en favor del proyecto. Por ello, los ecologistas mantienen viva la esperanza de que el Puerto de Fonsalía no se convierta en realidad.
María Andrea Sandia Perdomo
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