Tras 20 años de ausencia en el poder los talibanes vuelven a tomar la residencia presidencial en Afganistán. Las reacciones tanto nacionales como internacionales no se han hecho esperar. Este mismo lunes el aeropuerto de la capital amaneció colapsado por un sinnúmero de civiles que buscan la forma de huir del país. Mientras que las autoridades a nivel global han hecho un llamado a permitir la salida pacífica de quienes quisieran abandonar el país. No obstante, Kabul sucumbe ante el caos que significa para alguno afganos el regreso de los talibanes. Por su parte, otros nacionales vitorean con su bandera blanca el regreso del extremismos religioso al poder ejecutivo.
Los últimos efectivos estadounidenses y europeos tuvieron que abandonar el territorio de manera precipitada. Tan solo un par de semanas después de que Estado Unidos retirada sus últimas tropas, el país ya ha sido tomado por los insurgentes. Para muchos lo ocurrido en Afganistán es la derrota más grande que ha sufrido occidente en los últimos tiempos. El regreso de los talibanes da por finalizado un conflicto millonario que se inició en 2001.
Desde entonces occidente, con Estados Unidos a la cabeza, no ha hecho más que perder dinero y vidas en el territorio. Sin embargo, cuando inició la disputa la supremacía de las fuerzas occidentales era notable. En tan solo un par de meses el Pentágono logró sacar de la residencia presidencial a los talibanes. Dos décadas después el escenario es completamente distinto, pero ¿a qué se debe esto? ¿por qué Occidente no pudo mantener a raya a los talibanes?
Cinco razones por las que los talibanes han vuelto al poder en Afganistán:
1) La retirada de la tropas estadounidenses, el principio del fin: Tras casi diecinueve años dentro del territorio afgano en 2020 el entonces presidente Donald Trump decide firmar un tratado de paz con los talibanes. Dentro del tratado USA aseguraba que abandonaría el país en mayo de 2021. En contraposición los líderes talibanes se comprometían a no permitir que el país sirviera de base para ataques terroristas con destino a Estados Unidos. Con estas condiciones puestas sobre la mesa Estados Unidos inició paulatinamente su retirada del país.
La decisión de abandonar el territorio no fue única del país norteamericano, la OTAN llevaba tiempo deseando salir del conflicto y decidió también iniciar la retirada de sus efectivos. Sin el apoyo de grandes potencias armamentísticas la caída del gobierno afgano presidido por Ashraf Ghani era solo cuestión de tiempo. El actual presidente estadounidense, Joe Biden, era consciente de ello. No obstante, no hizo nada para cambiar la situación. Al contrario, precipitó la salida de sus tropas. Con la retirada de sus aliados y sin la capacidad militar para hacer frente a la amenaza terrorista en menos de un par de semanas el presidente y su equipo de gobierno huyeron del país.
2) El 11 de septiembre: un buen motivo para iniciar el conflicto, uno no tan bueno para mantenerlo veinte años después: Para comprender lo que está pasando en Afganistán tenemos que remontarnos al principio, o al menos lo que parece serlo, la problemática en el país árabe inicia mucho antes de la entrada de Estados Unidos al país. Desde 1990 el movimiento talibán empezó a extenderse entre Pakistán y Afganistán. Este movimiento predica una línea dura del Islamismo sunita. En 1996 se hicieron con el poder en el país afgano.
En Principio occidente permaneció indiferente a los avances del extremismo religioso en la región. Sin embargo, el 11 de septiembre y el atentado de las torres gemelas cambiaría todo. En cuestión de horas el terrorismo, con Osama Bin Laden a la cabeza, se convertiría en el enemigo público número uno. Es ahí donde inicia la incursión estadounidense en Afganistán. Los talibanes se negaron a colaborar con el gobierno norteamericano en la captura del famoso terrorista. El entonces presidente George Bush aseguró que no descansaría hasta hacer pagar a quienes infringieron tanto dolor a su país.
La opinión pública estuvo a su favor. Estados Unidos entró en Oriente Medio con la clara intención de luchar contra el extremismo religioso y el terrorismo. Los talibanes fueron uno de los primeros afectados, el grupo fundamentalista vio como en cuestión de meses un operativo al mando de la U.S. army se adentraba en el país y cambiaba las reglas del juego. En aquel momento casi todos los norteamericanos apoyaban la entrada del ejercito a Afganistán. Hoy, veinte años después, la opinión pública es casi indiferente a lo que ocurre en el país árabe. Mantener las tropas en el Afganistán resultaba mucho más difícil para el gobierno estadounidense en 2021 de lo que lo fue en 2001.
3) Una guerra multimillonaria que nadie quiere pelear: De la mano de lo anterior, la opinión pública en Estados Unidos se manifiesta en contra de mantener efectivos dentro del territorio Afgano. Esto debido al costo que tiene para el país. USA ha gastado millones de dólares en el proceso de estabilización de Afganistán. Sin embargo, la pacificación nunca ha estado cerca de lograrse. El proceso ha sido caro e ineficaz. Algunos Estados Miembros de la Unión europea también han invertido dinero en esta cruzada contra el terrorismo. No obstante, en la actualidad no existe ningún país que quiera seguir acumulando deudas para lograr la pacificación de un territorio lejano.
4) Una cultura que nunca ha rechazo de manera masiva el avance Talibán: si bien una gran parte de la población Afgana se muestra en contra de la férrea interpretación de la Sharía (ley islámica) de los talibanes. Otro parte de la población ve con aprobación el regreso del fundamentalismo al país. Cuando en 1996 los talibanes tomaron por primera vez el control, el país veía de una fuerte crisis producto de la influencia soviética en el territorio. Por medio de su fuerte sistema de castigos, los talibanes llegaron a imponer orden, acabar con la corrupción y disminuir la tasa de crímenes.
Para algunos, sobre todo los menos afectados, la desaparición de los derechos de las mujeres y la disminución de las libertades individuales eran un precio más que valido a pagar por un poco de orden. Si bien para 2001 una gran cantidad de la población había cambiado de idea, muchos otros seguían sintiéndose afines al mandato de los extremistas. Por ello, cuando Estados Unidos inició su injerencia en el país logró con relativa facilidad expulsar a los talibanes de la capital. Sin embargo, las zonas rurales fueron otra historia. La población campesina a menudo prefería facilitarles protección a los extremistas. En este sentido, los talibanes nunca dejaron de estar presentes en el país.
5) Un gobierno débil y un ejército incapaz: La salida precipitada de las fuerzas extranjeras de Afganistán ha sido uno de los fenómenos que ha propiciado el rápido regreso de los talibanes al poder. No obstante, este suceso posiblemente se hubiera dado, aunque las tropas permanecieran un año más en el país. El motivo de esto es la debilidad de las instituciones del país. El actual gobierno afgano surgió producto de una alianza con Estados Unidos tras la invasión de 2001.
El presidente Ashraf Ghani nunca termino de ganarse el apoyo popular. Mientras que el ejército del país no logró adiestrarse lo suficiente para hacer frente a la amenaza insurgente. Desde hace ya tiempo efectivos extranjeros se han enfocado en adiestrar a las fuerzas armadas afganas para que fueran capaces de defender a su propio país. Sin embargo, este objetivo no ha sido posible de lograr.
La proliferación del extremismo, la corrupción y la existencia de mejores salarios en el negocio del narcotráfico o en el bando contrario son algunos de los motivos por los que los jóvenes desertan con rapidez del ejército. Las fuerzas armadas afganas no estaban preparadas para hacer frente a la amenaza talibán este 2021 y es posible que no lo estuvieran nunca. Sin un gobierno central bien instituido y con una ejercito deficiente la llegada al poder de los talibanes fue solo cuestión de semanas después de la retirada de las fuerzas extranjeras.
fotrografía: As.com
María Andrea Sandia Perdomo
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