CEA y el Frente de Estudiantes, los dos sindicatos estudiantiles más importantes de la ciudad, han convocado este jueves un paro académico y movilizaciones en rechazo a dos leyes: a la Ley Orgánica del Sistema Universitario (LOSU) y a la Ley de Convivencia Universitaria (LCU), ambas en trámite parlamentario.
En el mitin, que se ha producido en el Rectorado de la Universidad de Salamanca, las organizaciones de estudiantes han explicado que se oponen a ambas leyes por varios motivos.
En primer lugar, según el Frente de Estudiantes, en la Universidad aún se mantiene la segregación socioeconómica que se vive en la sociedad y esto se aplica en las aulas. Lo que conlleva a que los alumnos que no tienen suficiente poder económico para acceder a la titulación se vean expulsados. A este problema, se añade un sistema de becas y ayudas insuficiente.
Por otro lado, quieren denunciar las malas condiciones laborales que tiene el Servicio de Personal Docente e Investigador (PDI) y el Personal de Administración y Servicios (PAS). “A día de hoy son sectores laborales en situación precaria”, manifiesta la representante de el Frente de Estudiantes. Asimismo, acusan de una baja transparencia y mala democracia a las universidades públicas. “Es muy complicado acceder a los altos órganos de las universidades para transmitir quejas, sugerencias o cualquier tipo de aportación por parte de los alumnos”, expresan.
Por último, denuncian que las empresas privadas siguen introduciéndose en las universidades públicas. Según las organizaciones, las universidades deberían adaptarse a los intereses del colectivo universitario y no al de estas empresas. Aida, la representante de CEA, que pertenece a estudiantes en movimiento, defiende que “estas leyes acaban con el sistema de castigo, pero le dan una mayor presencia a las empresas privadas. La elección de asignaturas de diversas carreras le da la posibilidad a las empresas de que diseñen las carreras en base a sus intereses”.
Finalmente, se les ha preguntado a las portavoces por el proceso electoral que se va a llevar acabo en dos semanas. Ambas han expresado que no apoyan a ninguna candidatura en concreto. Han recalcado que se limitan “a ayudar al resto de estudiantes que tienen problemas durante la carrera y a exigir una universidad pública y de calidad al servicio de todos y todas”.
Comentarios