Primera Federación, Grupo I, Jornada 10/ Unionistas de Salamanca CF

Unionistas hace agua ante el Arenteiro y confirma la primera crisis de la era Ponz (4-0)

Partido muy preocupante de los pupilos de un Dani Ponz sin ideas que sufrió la mayor goleada como entrenador Unionista hasta el momento
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Arenteiro: Diego García; Javi Moreno, Germán Novoa, Pol Bueso (Tiago Rodríguez, min. 77), Álvaro Ramón; Vitra, Esquerdo; Markitos (Manin. min. 64), Luis Chacón (Iván Ramos, min. 78), Pibe; Miku (Juan Delgado, min. 77)


Unionistas CF: Iván Martínez; Carlos Giménez (Sergio Camus, min. 77), Ramiro Mayor, Adri Gómez (Slavy, min. 64), Jiménez (Jon Rojo, min. 46); Javi Villar, Jordi Tur (Héctor Nespral, min. 46); Juan Serrano, Asier Tejeira, Álvaro Gómez (Rastrojo, min. 46); Mario Losada


Árbitro: Pérez Peraza (Comité canario) Amonestó a Pol Bueso (Arenteiro) y a Álvaro Gómez (Unionistas CF)


Gol: Miku, min. 3 (1-0); Álvaro Ramón, min. 56 (2-0); Manin, min. 65 (3-0); Esquerdo, min. 75 (4-0)


Estadio: De Espiñedo 


Unionistas está en crisis, en el esperpéntico partido contra el Arenteiro se ha visto lamentablemente claro. El conjunto de Dani Ponz, se mostró desmotivado, sin ideas y sin capacidad de reacción a un gol tempranero de Miku que encendió una mecha que culminó con cuatro goles y un montón de dudas sin respuesta a pocos días de visitar al Gernika en Copa. 

Lo mejor de Unionistas este año estaba siendo la defensa, sin embargo, en esta jornada, marcada por un terreno de juego impracticable y una lluvia torrencial, el conjunto charro ha salido con una auténtica paliza de la que no se salva absolutamente nadie. 

Arrancó el partido en Arenteiro con un gol tempranero del conjunto local de la mano de Miku, quien no dudó en su definición para abrir la lata y darle ventaja a los de verde. Tras el gol inicial, el Arenteiro se centró en la defensa mientras aguantaban los continuos ataques de Unionistas, que perecían siempre en los metros finales. 

Dominó el conjunto charro que lo intentó durante toda la primera mitad sin éxito, sin embargo, la primera parte la cerró el Arenteiro con una jugada de peligro que pudo suponer el gol de la tranquilidad para los de Espiñedo

La segunda parte, para mala fortuna del conjunto charro, arrancó igual que la primera. El conjunto local, se aprovechó de un mal despeje de Javi Gómez, para que Luis Chacón se pusiera frente el portero de Unionistas. El propio Luis, cedió el balón a Álvaro Ramón que remató a placer en un dos contra uno de manual. 

Poco se podía jugar sobre el verde, debido a la gran cantidad de agua que contenía un terreno de juego sin drenaje que evocaba a tiempos pasados, sin embargo, el Arenteiro supo jugar bien en estas condiciones y en el minuto 65, Manin, quien acababa de ingresar al terreno de juego por Markitos, sentenció el partido finalizando una contra y anotando a placer en un nuevo dos contra uno en el que Iván poco pudo hacer. 

Con Unionistas sin ideas, el Arenteiro quiso lucirse ante su afición y en el minuto 74, en un saque de esquina botado por Miku, una serie de despropósitos a la hora de despejar por parte de la zaga salmantina acabó con Esquerdo cruzando un disparo que batió sin problemas a Iván en el que fue el cuarto tanto de la tarde para los gallegos. 

En el 78, casi cae la manita. Nuevamente en un saque de esquina, Iván sacó el balón de puños con la mala suerte que quedó en las botas de un atacante. Por suerte para el conjunto charro, el meta visitante se abalanzó sobre el balón salvando la jugada. 

Iván Ramos probó fortuna en el 81 con un disparo desde fuera del área que se marchó lamiendo el travesaño del conjunto salmantino

Pudo recortar distancia en el marcador Losada en el 84 de juego, fue con un pase en profundidad que se iba largo pero que se paró en seco en un charco quedando a la altura de las botas del atacante visitante. Losada lo intentó pero el disparo salió mordido y el meta no tuvo problemas en detener el balón. 

Poco más sucedió en el partido acabando este en una goleada merecida de un equipo que a priori no era rival para los charros pero que acabó siendo el detonante de una procupante crisis a pocos días de arrancar una competición tan especial como es la Copa del Rey. 

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