El Gran Premio de Mónaco siempre trae consigo una mezcla de glamour y adrenalina, pero este año ha sido especialmente significativo para Charles Leclerc, quien finalmente ha logrado romper su maldición en su carrera de casa. El piloto de Ferrari consiguió su primera victoria en las estrechas calles del Principado, después de varias ediciones sin poder siquiera subir al podio. Lo acompañaron en el podio Oscar Piastri y Carlos Sainz, mientras que Fernando Alonso quedó a las puertas de los puntos en la undécima posición.
La carrera comenzó con una salida accidentada que dejó a los espectadores sin aliento. Checo Pérez, partiendo desde la parte trasera de la parrilla, se vio involucrado en un brutal accidente con los dos Haas. Tras un toque con Kevin Magnussen, el Red Bull de Pérez rebotó contra las barreras y chocó con Nico Hulkenberg, llenando la pista de escombros y forzando una bandera roja apenas iniciada la primera vuelta.
Esta interrupción fue un alivio para Sainz, quien había sufrido un pinchazo al intentar adelantar a Piastri en la curva 2, lo que le obligó a salirse de la pista. Durante el caos, los Alpine de Esteban Ocon y Pierre Gasly también tuvieron su propio altercado, resultando en el abandono de Ocon.
Tras una espera de 45 minutos, la carrera se reanudó con el orden original de salida. Los líderes optaron por neumáticos duros, mientras que pilotos como George Russell intentaban estrategias alternativas con compuestos medios. Russell intentó ralentizar su ritmo para permitir una parada gratuita a los líderes, pero esta táctica no resultó en un cambio significativo.
La carrera se estabilizó con Leclerc liderando, seguido de cerca por Piastri y Sainz. Norris, en la cuarta posición, no logró mantener el ritmo de los tres primeros. La distancia entre ellos y el resto del pelotón creció, con Verstappen notablemente ausente de la lucha en las primeras posiciones.
Fernando Alonso, tratando de ganar terreno, permitió que su compañero Lance Stroll tuviera una parada estratégica, pero un toque con el muro obligó al canadiense a una nueva entrada a boxes, relegándolo a las últimas posiciones. Lewis Hamilton, en cambio, esperó hasta tener una ventaja considerable sobre Yuki Tsunoda antes de realizar su parada.
La emoción se centró en la estrategia de los neumáticos en las últimas vueltas. Russell, manteniendo su quinta posición, impidió que Norris pudiera aprovechar una parada gratuita para montar neumáticos blandos y amenazar las posiciones de podio. A medida que la carrera avanzaba, Leclerc aumentó su ventaja mientras Piastri, con problemas aerodinámicos, no pudo mantener el ritmo.
Finalmente, Leclerc cruzó la meta con una ventaja de nueve segundos, asegurando su primera victoria en Mónaco y poniendo fin a su maldición en su carrera local. Piastri y Sainz completaron el podio, mientras que Verstappen solo pudo ser sexto. Alonso terminó undécimo, rozando los puntos, en una jornada agridulce para los españoles.
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