En una final que prometía emoción y baloncesto de alto nivel, el Real Madrid y el Panathinaikos protagonizaron un enfrentamiento épico en Berlín que culminó con la coronación del equipo griego como campeón de la Euroliga.
El partido comenzó con un Real Madrid muy acertado en los tiros, liderado por la destacada actuación de Eli John Ndiaye, quien anotó ocho puntos en los primeros minutos para poner al equipo blanco por delante en el marcador. Sin embargo, las faltas tempranas de Tavares complicaron las cosas para los madrileños, lo que permitió al Panathinaikos recortar distancias y llegar al final del primer cuarto con una ventaja de 11 puntos para el Real Madrid (36-25).
En el segundo cuarto, el equipo griego mostró una defensa más sólida y logró reducir la brecha en el marcador, llegando incluso a ponerse a solo un punto por debajo. La primera mitad terminó con un marcador de 54-49 a favor del Real Madrid, en lo que fue la primera parte más anotadora en una final de la Euroliga.
El tercer cuarto fue dominado por el Panathinaikos, que logró darle la vuelta al marcador y tomar la delantera por tres puntos (61-64). A pesar de los esfuerzos del Real Madrid por mantenerse en el partido, los griegos continuaron con su buen juego en el último cuarto, ampliando su ventaja y asegurando la victoria con un marcador final de 80-95.
A pesar del esfuerzo del Real Madrid, el Panathinaikos se coronó como campeón de la Euroliga, demostrando un excelente desempeño en los dos últimos cuartos del partido. Con esta victoria, el equipo griego suma su séptimo título en la competición, consolidándose como uno de los clubes más exitosos en la historia de la Euroliga.
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