Imagen: @LasVentas

La plaza de toros de Las Ventas vivió una tarde intensa marcada por el casi lleno en los tendidos y un clima que desafió tanto a toreros como a espectadores. La jornada, que comenzó con sol y terminó bajo un vendaval y lluvia, presentó un encierro de seis toros de Adolfo Martín, todos cinqueños de serias hechuras y aparatosa cornamenta.

Ficha técnica 

Ganadería:

- 1º: Deslucido y peligroso.

- 2º: Apagado.

- 3º: Frenado y a la defensiva.

- 4º: Noble y bueno.

- 5º: Orientado.

- 6º: Noble sin entrega.

Diestros:

- Antonio Ferrera (Blanco y oro): Pinchazo y bajonazo (silencio); dos pinchazos, estocada y tres descabellos (saludos tras aviso).

- Manuel Escribano (Lila y oro): Casi entera (saludos); estocada (vuelta al ruedo tras petición).

- José Garrido (Verde y azabache): Estocada baja perdiendo la muleta (silencio); bajonazo infame (ovación).

La corrida tuvo un desarrollo notablemente influenciado por el clima. Los tres primeros toros demostraron carácter y peligro bajo el sol, pero con la llegada de la lluvia en la mitad de la función, la tarde cambió. El cuarto toro, "Malagueño", ofreció una embestida templada y rítmica, aunque con poca fuerza, pero con un fondo de clase excepcional. A pesar de las inclemencias, Ferrera logró momentos de gran temple y suavidad, aunque el viento y la lluvia dificultaron mantener la continuidad.

Antonio Ferrera tuvo una actuación destacada con "Malagueño", el cuarto toro, donde logró extraer una faena intermitente pero con destellos de gran calidad. La faena finalizó con una estocada y varios descabellos, recibiendo saludos tras aviso.

Manuel Escribano se enfrentó con valentía y temple a sus dos toros. Su segunda faena, con el temido quinto toro "Aviador", fue un momento culminante de la tarde. A pesar de ser volteado aparatosamente, Escribano volvió con firmeza y logró una gran estocada, lo que le valió una vuelta al ruedo tras petición, aunque el presidente no consideró la petición suficiente para concederle la oreja.

José Garrido tuvo una tarde complicada. Su primer toro, el tercero, se mostró a la defensiva y Garrido no pudo sacar provecho de su embestida. Con el sexto, de nobleza sin entrega, Garrido mostró buenos momentos con el capote, pero falló en la estocada, lo que mermó su actuación.