La anfitriona alemana se reafirma tras ganar a Hungría 2 - 0

Desde el primer minuto, Hungría dejó claro que no sería un rival fácil. Un malentendido entre Kimmich y Neuer casi culmina en gol para los magiares, pero el portero alemán reaccionó con valentía para despejar el peligro. Szoboszlai, uno de los más activos del conjunto húngaro, generó constante peligro con su golpeo, obligando a la defensa alemana a mantenerse alerta.

El partido transcurrió con Alemania dominando la posesión, pero sin encontrar claridad en los últimos metros. La sólida defensa húngara, sumada a la falta de ritmo en el toque alemán, impidió que los locales generaran ocasiones claras de gol. Fue en estos momentos de estancamiento cuando emergieron los talentos individuales. Ilkay Gündogan, en una jugada dentro del área, logró asistir a Musiala, quien no perdonó y puso el 1-0 en el marcador. Con este tanto, Musiala reafirma su excelente momento, siendo ya su segundo gol en el torneo.

Hungría no se rindió tras el gol en contra y buscó el empate con insistencia. Szoboszlai nuevamente estuvo cerca de marcar, pero Neuer, con una estirada espectacular, evitó el gol. La defensa alemana también tuvo que intervenir en varias ocasiones, con Tah destacándose al bloquear un remate dentro del área.

En la segunda mitad, Alemania mantuvo el control del balón, aunque Hungría siguió siendo peligrosa al contragolpe. Las sustituciones de Nagelsmann, introduciendo a Sané y Füllkrug, buscaban darle mayor dinamismo al ataque alemán. Sin embargo, fue nuevamente Gündogan quien sentenció el partido. Aprovechando un centro raso desde la izquierda, el mediocampista anotó el 2-0 con un remate sencillo, disipando cualquier duda sobre el resultado final.

Este triunfo refuerza la candidatura de Alemania en la Eurocopa, mostrando que, aunque no siempre desplieguen su mejor fútbol, tienen la capacidad de resolver los partidos con eficacia. A pesar de los sustos defensivos y las dificultades para romper la muralla húngara, los alemanes demostraron que pueden ganar incluso sin estar en su mejor forma.

Con seis puntos en su haber, Alemania avanza a los octavos de final con la tranquilidad de haber cumplido con su deber, aunque conscientes de que deberán elevar su nivel si quieren aspirar al título. La velocidad y el juego en transición rápida de sus rivales aún presentan un desafío que Nagelsmann deberá resolver en los próximos encuentros.

Así, Alemania sigue su camino en el torneo, con la confianza renovada y la mirada puesta en los desafíos que están por venir. La Mannschaft ha demostrado que tiene recursos suficientes para ser un contendiente serio, y aunque no ha sido un paseo fácil, su marcha continúa con paso firme.