La selección francesa logró su pase a los cuartos de final de la Eurocopa al vencer a Bélgica por la mínima en un partido marcado por la tensión y la falta de acierto de ambos equipos. Los galos, liderados por Didier Deschamps, finalmente encontraron el gol en el minuto 85 gracias a un disparo de Kolo Muani que desvió Vertonghen con su rodilla, sorprendiendo al guardameta belga Koen Casteels.
Francia comenzó el encuentro como favorita, una etiqueta respaldada por su dominio en la primera mitad. Los franceses intentaron abrir el marcador en nueve ocasiones, siendo Marcus Thuram el más cercano a conseguirlo. Por su parte, Bélgica ofreció poca resistencia ofensiva, con Doku siendo el único que causó problemas a la defensa gala, provocando un par de tarjetas amarillas.
En la segunda mitad, Francia intensificó su ataque. Aurélien Tchouaméni probó suerte con un disparo desde la frontal, obligando a Casteels a realizar una parada de calidad. Poco después, Thuram y Mbappé tuvieron sus oportunidades, pero sus tiros no encontraron el objetivo. La ocasión más clara para Bélgica llegó cuando Carrasco se plantó solo frente a Maignan, pero Theo Hernández realizó una intervención crucial para evitar el gol.
Con diez minutos para el final, Bélgica intentó aprovechar sus oportunidades. Kevin De Bruyne disparó desde la diagonal, pero Maignan intervino de manera decisiva, y ningún jugador belga pudo aprovechar el rechace. Sin embargo, la fortuna sonrió a Francia. Kolo Muani, en una jugada con poca fe y a la media vuelta, disparó y el balón desviado por Vertonghen engañó a Casteels, sellando el 1-0 definitivo.
El gol de Kolo Muani no solo aseguró la clasificación de Francia, sino que también le ofreció una revancha personal tras su memorable oportunidad perdida en la final del Mundial de Qatar. Para Bélgica, el autogol de Vertonghen marcó una derrota amarga en un partido donde adoptaron una postura más conservadora, a pesar de contar con jugadores de alto calibre.
El enfrentamiento entre Francia y Bélgica, esperado como un duelo de máxima rivalidad, resultó ser más táctico y menos emocionante de lo anticipado. La primera mitad fue especialmente discreta, con ambos equipos jugando con cautela y enfocados en no cometer errores. El árbitro sueco Nyberg también contribuyó al desconcierto, mostrando tarjetas amarillas controvertidas que añadieron tensión al juego.
Antoine Griezmann, jugando como falso extremo derecho, cedió la banda a Koundé, generando algunas de las mejores oportunidades para Francia. Mbappé, aún recuperándose de una lesión en la nariz, no pudo rendir al máximo nivel, siendo contenido eficazmente por Castagne.
Mike Maignan, con sus intervenciones cruciales, sostuvo a Francia en los momentos más difíciles, mientras que Deschamps realizó cambios estratégicos que reforzaron al equipo. La entrada de Kolo Muani por Thuram y los ajustes tácticos permitieron a Francia mantener la intensidad y buscar el gol decisivo.
Comentarios