El saber gestionar partidos es de las cosas más importantes, no solo en lo deportivo, sino también en lo personal. Alguno puede pensar que estoy loco o que me he equivocado con el artículo de opinión, pero no es así. Controlar ciertas situaciones donde, a priori, vas ganando o puedes ganar y que surja de repente un giro inesperado como si se tratara de una película es algo que todas las personas deberíamos saber o aprender para remediarlo.
De esto lleva hablando Dani Llácer durante varias jornadas de competición, y el domingo pasado Unionistas de Salamanca demostró a como se deben sobreponer a los distintos acontecimientos y a gestionar sus partidos, porque hay partidos y Partidos (la mayúscula está bien puesta, no me he equivocado).
Antes del comienzo del partido, hay que poner en contexto que el conjunto salmantino se encontraba justo por encima de los puestos de descenso. Para colmo, los charros recibieron un gol en los primeros cinco minutos de encuentro, y durante la primera parte intentaron dar con la tecla que les permitiera empatar el partido. Y lo consiguieron, aunque con una primera mitad más mala que buena.
Ahora bien, el inicio de la segunda parte de Unionistas fue la otra cara de la moneda, si hablamos del Yin en los primeros cuarenta y cinco minutos de juego, los siguientes minutos son el Yang. Los salmantinos cambiaron el chip y circularon el juego por dentro y revirtiendo la situación ocasionando daños en la defensa del Real Unión. Se vio otro equipo distinto, que arriesgaba más, pero sabia lo que hacia, y vaya que si lo sabían. Rabadán entró al terreno de juego y rompió los planes y la pizarra táctica de los rivales; Rastrojo también hizo travesuras por su banda, y eso que era de día, no esperó a la fiesta de la noche; Dani García fue otro de los protagonistas al marcar dos goles, que entró desde el banquillo. En general, toda la entidad supo gestionar los contratiempos y endosó un 4-1, lo que supuso la primera victoria desde el 15 de septiembre contra el Barsa Atlètic, también en casa por 2-1.
Esta fue la victoria en lo deportivo, pero también hubo otra a nivel personal, y este sería el Partido. Dani Llácer dejó unas declaraciones tras el partido donde se le preguntó por la situación de la DANA. Él comentó que había pasado una semana a “nivel personal bastante jodida”, tanto para él como para Edgar (2º Entrenador), el tener a familiares y amigos lejos de ellos ha provocado que no sea fácil por toda la incertidumbre que ello ha provocado.
Recordemos en que puesto estaba Unionistas (aunque es lo de menos, después de lo vivido), pero es para hacer un ejercicio de reflexión. Estás en esa posición, sumado a que juegas contra un rival difícil y que el equipo llevaba sin ganar varias semanas, y lo peor aun es la catástrofe que ha destrozado varios pueblos y municipios de Valencia. En esos momentos la cabeza te juega malas pasadas y tienes que intentar gestionar todo, a pesar de no ser tarea fácil. No sabemos por lo que están pasando muchas personas y con todo lo que tienen que lidiar, ya sea en el ámbito laboral, personal o mental. A pesar de ello, hicieron un ejercicio sobresaliente de gestión y dieron la vuelta al resultado.
Solo me queda felicitar a todo el equipo, me gustaría destacar la figura tanto de Llácer como de Edgar por todo por lo que han tenido que lidiar y por la gran victoria, en todos los sentidos. Y que siga así para el resto de la temporada y de sus vidas, con victorias deportivas y, mejor aun, con victorias personales y mentales, que son las más importantes.
Comentarios