Tempus fugit, un término que hace referencia a la brevedad del tiempo y de la vida. Nos hace recordar también a que cualquier tiempo pasado fue mejor, a aquellos maravillosos años de vida. Somos amantes de lo nostálgico, de lo de antes.
¿Cuántas veces nos hemos sentado en la terraza de un bar, tomando una cerveza y le hemos dicho a un amigo: te acuerdas de…? Nos pasamos la vida acumulando recuerdos, algunos cómicos y otros, a pesar de que son buenos, nos producen cierta tristeza porque en el fondo sabemos que no volveremos a experimentar aquello.
Hace años la extinta UD Salamanca estaba en Primera, el Helmántico se llenaba y parecía una caldera (lo sigue siendo), eran años maravillosos. Ahora bien, este año el conjunto de jugadores se están encargando de hacernos revivir aquellas hazañas con remonatada y de otros tipos, que caracterizaban a los jugadores del Salamanca. Como si cogiéramos el DeLorean para viajar al pasado. El pasado domingo, el Salamanca UDS recibió al Ávila, que había empezado la temporada con una buena racha de victorias llegando a posicionarse en puestos de ascenso a Primera Federación.
Los de Chiapas recibieron el gol a los pocos minutos de juego, pero los charros se estaban guardando los goles en el mejor momento posible. Juancho marcó al final de la primera parte el gol del empate, y ya en la segunda mitad los salmantinos se encargaron de frustrar todos los ataques del Ávila. El trabajo defensivo en los siguientes 45 minutos fue esplendido, pero le faltaba ese último toque para que el Salamanca pudiera marcar el gol de la victoria, y que mejor momento que en el descuento. El contrataque hizo a más de uno levantarse de su asiento y dirigir a los jugadores como si tuviera posibilidad de hacerlo, Caramelo resolvió bien la situación haciendo un caño al defensor, pero aun faltaba plantarse delante del portero con un disparo claro de gol, un pase atrás para que Maikel rematara con una acrobacia para ponerla al palo largo del portero y, con ello, desatar la locura en el Helmántico.
Partidos como el de ese día hace acumular otro recuerdo más a todos aquellos que fueron afortunados de ver al equipo del Salamanca en Primera, y que les habrá teletransportado, por un momento, a revivir esos maravillosos encuentros. Este año hemos vivido algunos buenos partidos en el Templo, y volveremos a vivir más. Pero lo que está claro, o eso espero, que este grupo de jugadores nos están haciendo disfrutar del Salamanca, hasta el momento, si otro tipo de gestión no lo impide.
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